La
enuresis se define como la emisión
incontrolada e involuntaria de orina durante el sueño. Es decir descontrol en
los esfínteres. La enuresis es un trastorno infantil común que afecta
mayormente a los niños de sexo masculino de más de cinco años de edad.
Tal
vez esta situación obedezca a que las niñas adquieren el control de sistema
neuro-muscular de aviso nocturno, de que la vejiga está llena, antes que los
niños.
Las
causas más frecuentes de enuresis son:
Retraso
evidente en la capacidad de contenerse.
Vejiga
pequeña.
Inadecuado
aprendizaje del uso del baño.
Iniciar
el control de las ganas demasiado pronto, o demasiado tarde.
Presencia
de sueño profundo. Es muy común que los niños con enuresis duerman
profundamente, lo cual les impide recibir el aviso de "vejiga llena".
Pesadillas
o trastornos nocturnos. Algunas veces, sueñan que están en el baño cuando mojan
la cama, ya que es un mensaje que trasmite el cerebro.
Circunstancias
emocionalmente críticas para el niño, como: el nacimiento de un nuevo hermanito,
cambio de colegio o de domicilio, etc.
Estreñimiento,
que puede provocar una presión excesiva sobre la vejiga procedente del recto.
Un
síntoma temprano de diabetes mellitus. Esto es especialmente probable si el
niño empieza a mojar la cama después de llevar seis meses durmiendo
completamente seco.
Remedios
caseros para la enuresis
Remedio
casero para la enuresis #1 Verter un puñado de raíz de malvavisco, previamente
lavado, en una taza de agua que esté
hirviendo y dejar reposar. Colar y
agregar 1 cucharada de miel Dar al niño
una taza justo antes que se vaya a la cama.
Remedio
casero para la enuresis #2 Hervir, durante 5 minutos, 1 taza de agua que
contenga 1 cucharita de canela en polvo (también se puede usar canela en la
rama). Dejar refrescar y dar a tomar al
niño antes de dormir.
Recomendaciones
naturales:
Evitar
cualquier tipo de reproche, burla o castigo, para no crearle al niño
preocupación por el problema.
Evitar,
después del mediodía, que el niño consuma bebidas que tengan cafeína.
Las
zanahorias y el jugo de toronja, son diuréticos que pueden fomentar la
enuresis.
Hacer
que el niño orine antes de dormir.
Igualmente se debe evitar que tome líquidos al acostarse.
No
levantar al niño por la noche para ir al baño, ya que el momento en que éste
despierte puede que no coincida con la sensación de vejiga llena; este será un
esfuerzo inútil y no logrará que aprenda a controlarse posteriormente.
Incorporar
al niño a las tareas matutinas de ventilación de la habitación y la recogida de
sus ropas para el lavado (lo cual identificará aún más al niño con la
problemática), pero hacerlo sin ningún tipo de reproches.
Elaborar
un calendario rotulado con el nombre del niño en el cual se reflejarán las
noches secas o las menos mojadas como acontecimientos de relevancia en la vida
familiar, por lo cual deberá hacerse reconocimiento y estímulo positivos.
Plantear
al niño la realización de un ejercicio para que interrumpa la micción (es
decir, la acción de orinar) y después la continúe. Luego, se tratará que lo
repita unas 10 veces (cada vez que vaya al baño, por ejemplo). Las frecuentes
repeticiones de esta actividad promueven una tonificación y control de los
músculos de la vejiga que son realmente sorprendentes.
Se
debe acudir a un pediatra si:
El
niño ya había superado la enuresis (más de seis meses) y de pronto aparece.
El
niño no puede retener la orina ni de día ni
de noche.