viernes, 24 de agosto de 2012

ÚLCERAS VARICOSAS

Con un cuchillito bien afilado cortar y quitar los nervios de algunas hojas sanas de Repollo. 
Pasarlas por fuego directo durante tres segundos, aplanarlas (cuidando de no romperlas) con un rodillo o una botella cilíndrica y después poner las hojas a remojar en una solución al 1 % de ácido bórico, por lo menos durante cuatro horas.
Poner estas hojas directamente sobre la piel ulcerada, después de haber limpiado y lavado bien la piel y la propia úlcera varicosa con la solución bóricada.
Fijar la hoja de Repollo con una gasa estéril o vendar comprimiendo ligeramente.
Renovar el tratamiento con frecuencia.
Con este sistema la úlcera se cura en pocos días.