miércoles, 3 de septiembre de 2014

Sobre la enfermedad Chicungunya

Sobre la enfermedad Chicungunya

La fiebre chikungunya (CHIK) es una enfermedad endémica en África y el sudeste asiático que se ha extendido al continente americano, especialmente en las islas del Caribe.
EL CHIK PRODUCE DOLORES SEVEROS EN ARTICULACIONES QUE PUEDEN PERSISTIR DURANTE MESES.
La infección provoca fiebre que puede ser muy elevada con una duración habitual de tres a cinco días. Importante es el dolor y la inflamación de las articulaciones (artralgia y artritis) que comienza al quinto día del cuadro y compromete múltiples articulaciones (habitualmente 10 o más). Las mismas presentan un intenso dolor que aumenta con la movilización.
Otras características son las manifestaciones cutáneas con un erupción rojiza en la piel que aparece en los primeros 10 días y puede durar una semana. Es excepcional que estas lesiones sean hemorrágicas. También presenta dolor de cabeza y musculares y síntomas gastrointestinales. Las complicaciones graves son poco frecuentes, pero en las personas mayores puede contribuir a la causa de muerte.
El diagnóstico de la enfermedad se confirma mediante el análisis de sangre con la detección de anticuerpos tipo inmunoglobulina M contra chikungunya.
Las alteraciones más comunes de laboratorio asociadas al cuadro son la disminución en el número de plaquetas y glóbulos blancos (linfocitos). En algunas situaciones puede haber alteración de las transaminasas es decir, una hepatitis. Es importante recordar que después del cuadro agudo de esta infección, los dolores articulares pueden persistir por meses.
El vector
Al igual que en el dengue, el virus chikungunya se transmite a través de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus.
Las medidas de prevención indicadas para evitar la circulación del virus chikungunya son similares a las del dengue. Estas consisten en eliminar los criaderos de mosquitos, básicamente en recipientes que contengan agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Queridos oyentes y les recuerdo que deben ser muy serios con respecto a la prevención;  no esperen encontrarse en la sala de espera de un hospital a las 2 de la madrugada con alguno de sus hijos,  para reflexionar y recordar que nunca se preocupó por los recipientes de agua que había en su casa.  
Tenga presente que:  ¡AL MOSQUITO NI AGUA!. . .