El bazo es un órgano que muchos piensan que no cumple
ninguna función en el organismo puesto que en caso de resultar dañado, por
ejemplo en un accidente, es en muchos casos aconsejable extirparlo. Pero aunque
no sea un órgano vital, sí que su ausencia puede generar algunos desajustes en
el organismo del que lo ha perdido.
El bazo tiene el tamaño del puño de una persona adulta. Está
situado en el costado izquierdo, encima del estómago y debajo de las costillas,
por lo que un traumatismo (Golpe fuerte) sobre ellas hace que sea tan frecuente
que se dañe este órgano.
¿Qué función cumple el bazo en el organismo?
Forma parte del sistema linfático, siendo su función más
destacada la inmunológica, es decir, protege frente a las infecciones al
fabricar anticuerpos. En las personas a las que se lo extirpan, es el hígado el
que cumple partes de esas funciones, pero aun así, tienen que seguir un control
de vacunas exhaustivo por tener más debilitado el sistema inmune.
Además de esta crucial función, el bazo almacena sangre y
procura su suministro en caso de ser necesario. También ayuda al equilibrio de
los líquidos del organismo y destruye las plaquetas y los glóbulos rojos que
están envejecidos o dañados.
Uno de los problemas que más afectan al bazo son los
traumatismos. Su extracción se realiza, principalmente, cuando el golpe ha sido
muy directo para evitar el desangramiento del afectado puesto que, como ya
hemos dicho, es un almacén de sangre.
Un problema de salud asociado al bazo es la denominada
Esplenomegalia, un agrandamiento del mismo que puede deberse a infecciones
bacterianas, parasitarias o virales; también por alguna enfermedad que afecte
al hígado, o por alguna enfermedad de la sangre. Además de buscar el tratamiento
contra el problema que lo origina el afectado debe tener especial cuidado para
no recibir golpes en la zona del bazo puesto que es más probable su ruptura.